Martín Pelitti: grabar este disco fue  todo un desafío

 Gainza es un proyecto relativamente joven, nació en 2017, no se encasilla en un género ya que juega con bastantes estilos.  Está formado por  Martín Pelitti (ex El Limacoco) en composiciones, voz y guitarra, y se completa con la batería, programaciones y sintetizadores de Gastón Blande; Cristian Aciar en guitarra; y Eduardo Pelitti (también ex El Limacoco) en bajo y contrabajo.

El 16 de octubre de este año lanzaron su primer disco de larga duración “Las Luces Aquellas”. El álbum cuenta con 10 temas y  tiene la particularidad de que cada canción fue grabada en pleno aislamiento social, e igualmente contó con 12 invitados e invitadas que dieron su aporte desde sus casas, haciendo que la producción del álbum sea  todo un desafío. Martín Pelitti, la voz y una de las guitarras de la banda, describe esta experiencia como “Distinta y hermosa”. 

 Este octubre lanzaron “Las Luces Aquellas” ¿Cómo te sentís ahora al respecto?

La salida de cada disco es muy especial y se vive con ansiedad. Hay ganas de que la gente lo escuche y de escuchar esas opiniones. Pero pronto uno ya empieza a pensar en lo próximo que vamos a hacer. Ahora estamos en esa etapa, armando un nuevo tema que queremos sacar y también difundiendo al máximo el nuevo disco.

¿Cómo definirías el disco?

Es multigénero, ese es el espíritu de Gainza. El centro es la canción, los géneros y estilos mutan. Es una forma de no aburrirnos también. Solemos experimentar ya sea dentro del estudio o en la sala. Hay canciones que comienzan sin un género definido y a medida que vamos sumando elementos se van yendo para un lado o el otro. Pero en sí no hay pretensión de que sea todo tan único, nos sale así lo de ir cruzando géneros, es intuitivo. Depende un poco de como arranque la canción, de cómo sea tocada esa primera guitarra  raíz, y después de como se sumen los elementos que siguen.  En el estudio a veces la raíz no es una guitarra sino un teclado o mismo una base percusiva. Lo que surge en la sala tiende a ser más rockero y lo que sale en el estudio, más electrónico o experimental.

¿Trabajan para mantenerse activos en este contexto pandémico?

Sí, hay ganas de hacer cosas todo el tiempo. También porque cuando sacamos el disco, en realidad ese material ya estaba listo ya tiempo antes. Entonces esos meses antes de que salga uno ya está pensando en el próximo paso.

 En la pandemia buscamos producir música para combatir esta época tan especial. Ya estamos juntándonos un poco, armando un formato acústico que vamos a presentar dentro de poco.

 Se extrañaba la cara a cara. Pero intentamos concentrarnos en las otras etapas de la música.  En la producción, los arreglos, la mezcla, el armado de canciones a distancia, hubo que priorizar otras cosas y por ejemplo se tuvo que dejar de lado el ensayo, que es un momento importante para una banda. Pero se tuvo que hacer a distancia. No queda otra.

En definitiva salió un disco de todo este momento, así que no estuvo tan mal.

La producción de este disco fue una experiencia única, rara y linda. Para eso ayudaron muchos de los 12 invitados que tuvo el disco.

¿Cómo se organizaron para  recopilar y mezclar el material de los artistas invitados?

Cuando empezamos a pensar este álbum, hablamos con diferentes músicos y músicas que queríamos que participaran, la consigna era grabar desde sus casas, cada uno grabó como pudo, algunos con el Home Studio, otros grabaron con el celular. Fue un ida y vuelta de ideas, cada uno hizo sus arreglos, cada invitado hizo un poco de productor también. Luego de que mandaron sus audios, yo los mezclé. Todo fue un desafío, hubo que hacer un poco de magia, pero se pudo, también tuve que dejar de lado ciertos preconceptos y reglas, como por ejemplo la necesidad de grabar con calidad alta. Creo que hoy en día está todo preparado para grabar desde tu casa y con eso ya podes salir a la cancha. Cuando grabas con mejores micrófonos, mejor placa, o  mejores instrumentos seguramente te saldrá un sonido más puro, sin ruidos y de mejor calidad pero de la manera en la que grabamos “Las Luces Aquellas” igualmente se llegó a grandes resultados. Lo más importante es que participó toda la gente que quería y pudieron aportar sus instrumentos y su cantar.

¿Qué experiencias destacas antes de la pandemia?

 El año pasado tocamos algunas veces en El Quetzal, que es un lugar donde hemos hecho varias fechas desde que empezó la banda en 2017. Siempre nos abren las puertas y nos sentimos cómodos ahí. Hemos tocado con distintas formaciones, porque también esa es una característica del proyecto, la mutación. Además el año pasado tocamos en La Casa del Árbol, que fue una linda forma de cerrar el año, después igual hicimos otro toque más íntimo en nuestra terraza, cosa que hacemos todos los años.

La idea para 2020 era tener un cronograma de fechas en distintos lugares y con diferentes bandas pero obviamente la pandemia lo impidió y casi por obligación nos concentramos en grabar el disco, que de todos modos resultó ser una linda alternativa.

¿Tienen alguna fecha planeada este año?

Si, tenemos programada una fecha acústica en El Quetzal para el 4 de diciembre con capacidad limitada, y solo se puede acceder con entradas anticipadas.

 Vamos a hacer un set de versiones acústicas con instrumentos reducidos, con guitarra acústica, guitarra eléctrica, percusión y voces. No va a ser lo mismo que se escucha en la grabación del disco ya que no van a estar todos los músicos y músicas que habían participado. La noche la va a abrir Lisandro Etala a las 20:30  quien participó en Allegro”, el primer track del disco, “justo a otro cantautor, y luego estará Gainza a las 21:00  presentado las canciones del último disco y otras anteriores.

Es una gran emoción volver a tocar, Al mismo tiempo no caemos en la cuenta que vamos hacer una fecha con público.

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